Enrique VIII sucedió a su padre, Enrique VII, en 1509. Hasta 1521 apoyó a Carlos V y se unió al Papa contra Francia en la Alianza Santa. Su intención de anular su matrimonio con Catalina de Aragón, que no le había dado un heredero varón, para casarse con Ana Bolena, supuso la ruptura con Roma. A partir de entonces el rey de Inglaterra se convirtió en el jefe supremo de la iglesia iglesia anglicana (Acta de Supremacía, 1534).