1991. Dos años antes. Marc y Toni son ahora pareja y viven juntos. Él está obsesionado con el tema que está preparando para enseñar a Rulo mientras ella trabaja en un hotel frecuentado por ruteros. A lo largo de ese día, en el que Marc pinchará por primera vez su tema en el N.O.D., la discoteca que lleva Sento, tanto Marc como Toni se enfrentan a sus propios fantasmas, a dos hermanos, Lucas y Vero, que han marcado su vida para siempre.